lunes, 14 de diciembre de 2009

Free(ak)dom

Insertarnos en esta sociedad lo menos dolorosamente posible es un trabajo que asumen nuestros padres, ya sea por amor o mayormente,- ¿por que no?-, para poder dormir tranquilos.
Vamos aprendiendo de nuestro entorno que es lo políticamente correcto a la hora de negociar, de pedir, de contradecir, de refutar.
Fui aprendiendo bastante a lo largo de los años como ahorrarme golpes innecesarios a la hora de obedecer mi autónomo temperamento que se desboca cada vez menos de puro sensible a la experiencia.
Y es un acto muy inteligente dominar esa fiera, aunque mas no sea tratando a prueba y error o como reflejo condicionado.
Lo que mas me preocupa es la profunda sabiduría necesaria para aplicar este método a la hora de reconocer un sentimiento despoblado de toda razón de ser, sin argumentos.
Qué lógica tiene la piel para erizarse? la química..
Que produce esa química? mas química. Y atrás de la química? nos quedamos sin explicaciones, sin hilo conductor para explicar por qué nos pierden esos ojos, por que se expande el aire y se contraen los pensamientos con el sonido del eco de una voz.
Y no es que haga realmente falta explicarlo, ya bastante bello es disfrutar del trote sanguíneo de este fenómeno, sentir que algo dentro cobra vida propia y se estremece.
Es que a veces impregna tanto que uno se enamora de la fragancia y se desborda y de golpe emerge en forma de palabras, confusas o claras, coloridas o grises, escritas u orales, ahogadas o a viva voz...
¡No importa cómo! Aunque no sea nuestra preferida, la verdad siempre libera y envía al mundo un mensaje que alguien alguna vez, va a responder.

2 comentarios:

  1. Hablar para decir algo, una verdad, esa verdad que una vez que ha sido descubierta no nos dejará volver al momento previo de haber sido dicha.
    D

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  2. Jaaa! ni me lo recuerdes... las cosas si n vuelta atras me dan un vertigo!
    Solo hasta que suceden, luego se transforman.. o te matan de hastio.
    S.

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